29 mayo 2011

Encarcelan en España a un empresario gallego a quien Castro le cerraba playas para sus fiestas


Jorge Dorribo es el nombre de un empresario gallego que ha sido esta semana detenido y encarcelado en España por su vinculación con una trama dedicada a captar subvenciones ilegales para las empresas gallegas. Este empresario había trasladado su emporio últimamente en el microestado de Andorra (entre España y Francia), donde había establecido su residencia para obtener ventajas tributarias. Pero en este blog lo que nos interesa es recuperar la faceta "cubana" de Dorribo quien al parecer tenía o tiene negocios con el régimen cubano desde los años 1990. Según La Voz de Galicia, el origen de su enriquecimiento está en la comercialización de una crema de manos (Nupel) que empezó a venderse en Cuba:
Esta crema estaba especialmente indicada para la nutrición de la piel de las cazadoras y de ahí sale el nombre (nu-pel) que ahora ocupa páginas en los periódicos. Parece que la crema se vendía bien, y de ella pasó a las toallitas de manos, y luego a pequeños artículos de parafarmacia. La cosa comenzó a funcionar y Jorge Dorribo aprendió pronto que el suculento negocio lo controlaban los políticos. Por arte de no se sabe quién, pero con el apoyo de su entonces todopoderoso amigo Francisco Cacharro, Dorribo consiguió un aval de la Xunta que le permitía vender su todavía corto pack de productos Nupel en Cuba. Y allí estalló el big bang, el principio del universo Nupel. En la Cuba de los noventa, Dorribo era el gallego más conocido después de Fraga. Vendía al sistema sanitario cubano de todo, y al mismo tiempo compraba muebles, santos y hasta coches antiguos, mientras los hombres del comandante le cerraban playas para celebrar allí sus fiestas privadas con decenas de amigos. Después de Cuba, Dorribo aterrizó en los países árabes, cuyos jeques firmaron varios convenios con él y con Cacharro en la Diputación de Lugo. Esa fue la segunda explosión. Y luego vinieron los países africanos y Sudamérica...