Hoy, tomando este café, ordenando en esta libreta algunas ideas -¡a mano!- en un esquema y contemplando a las tres de la tarde las montañas de los Pirineos que me rodean, pensé seriamente en un apagón digital -temporal-. Pero, ¡aix!, estoy convencido de que no va a durar demasiado... y ya no sé si eso es bueno o malo.